Los cuentos de animales pequeños (ratones, hormigas, escarabajos…) que eligen a un esposo por el sonido de su voz están particularmente extendidos en los países mediterráneos. En esta adaptación una ratoncita coqueta –después de haber rechazado a varios pretendientes– encuentra la voz del gato como la más atractiva y decide casarse con él. ¿Pero será ésta una buena idea?