Mi historia sobre migración
Los cambios de casa nos obligan a arar nuevas tierras, algunas llenas de piedras, bichos y barrancos. Con el tiempo, muchos nos adaptamos a las nuevas realidades que trae una mudanza; especialmente si nuestros padres tienen recursos sentimentales —amor, comprensión, paciencia— y económicos, para suavizar los cambios que podríamos experimentar. Un desplazamiento siempre trastorna nuestra vida, pues dejar la casa donde crecimos nos causa rupturas conmovedoras.