Cuarenta y tres años de hacer el mismo trabajo es mucho tiempo. Eso diría alguien que no sabe lo divertido que es hacer libros infantiles. En Editorial CIDCLI llevamos cuatro décadas de hacer lo mismo y de hacerlo diferente siempre. Porque los niños que empezaron a leernos en 1980 ya tienen hijos e hijas que también son nuestros lectores.
Y para que nuestros primeros lectores no nos olviden, ahora que crecieron, inauguramos esta forma de comunicación con nuestro público lector adulto. Así conocen lo que hacemos y pensamos sobre nuestro apasionante trabajo.
¿Es difícil hacer libros para niños?
Hacer libros es de las cosas más divertidas, pero venderlos es de las cosas más complicadas. Más para una editorial independiente que no se deja cautivar por las tendencias del mercado y publica con un criterio particular. Pero en algo nos ha resultado este criterio que hemos sobrevivido tanto tiempo; porque montar una editorial no es tan difícil, pero sí lo es mantenerse publicando novedades año tras año.
Por eso, en los años de vacas gordas sacamos varios títulos, y en los de flacas, pocos, pero con calidad. Hemos optado por ser una empresa pequeña pero cuidadosa de lo que publica; buscamos la calidad de nuestros libros en cuanto al texto, a la ilustración y a las impresiones.
CIDCLI: pionera en la publicación de literatura infantil
Durante estos años hemos publicado a escritores importantes en su momento y a otros que se han ido haciendo importantes. Nos enorgullece que autores como Octavio Paz, Margo Glantz y Salvador Elizondo nos confiaran la publicación de sus libros infantiles.
Muchos de estos escritores para adultos, nunca habían escrito nada para niños, y en algunos casos no fue fácil. Pero juntos logramos consolidar un tipo de literatura al que no se le daba ningún valor en ese tiempo. Ése es un logro de CIDCLI: abrirles camino a los autores, ilustradores y diseñadores de libros para niños en México.
Con miras al futuro
Es cierto que no es fácil escribir para la infancia, sin embargo, ahora se ha convertido en un mercado interesante. Esto nos obliga a ser cada vez más inventivos porque evidentemente la competencia se ha hecho mucho más grande. Además, las nuevas tecnologías ayudan y obligan a estar al día. Ya veremos si al rato no será la inteligencia artificial la que conquiste a la niñez. De ser así, serán los escritores quienes tendrán que superarla con su inteligencia natural.
Ya lo veremos, el futuro es cada vez más impredecible. No se sabe si desaparecerá el libro de papel, o las editoriales o los creadores o nadie. Quizás aquí seguiremos muy divertidas haciendo libros, publicando y luchando por vender, por lo menos, hasta que lleguemos a los 50 años. Que al paso que vamos falta poco.
Adelante, caminante….